Título: Hambre.
Autor: Knut Hamsun.
Género: Novela.
Editorial: Aguilar.
"Era el tiempo en que yo vagaba, con el estómago vacío por Cristania, esa ciudad singular que nadie puede abandonar sin llevarse impresa su huella".Otra recomendación más que me han hecho bastantes personas, tanto la novela como al autor, mis expectativas estaban a tope y este libro las superó totalmente. Podría decir que formará parte de mi top universal. Libro imprescindible y que a todo mundo recomendaré sin duda alguna.
Knut Hamsun nos relata la historia de un personaje sin nombre, un peculiar escritor que sobrevive el día a día pasando muchos de ellos sin haber comido. Los crudos detalles que Hamsun nos describe hacen de esta obra un golpe duro los sentimientos del lector.
Es de las pocas veces que he sentido la desesperación de un personaje de una forma tan vivida. Esto ya me había pasado con "Crimen y castigo" de Dostoievski, y aquí, de una forma menos compleja pero igual de sincera, me embriagó hasta lo más profundo del alma.
El personaje principal, tiene una esencia que se la pasa en conflicto. Conforme va avanzando la trama podemos ver esas barreras morales que se impone para no llegar a la total locura, sin embargo, la roza en los momentos más eufóricos.
"Me miraba a mí mismo como un insecto agonizante, embargado por el aniquilamiento en medio de aquel universo próximo a dormirse".
El orgullo de nuestro anti-héroe le impide constantemente el resolver su situación a costa de otros, aunque en varios momentos lo deja de lado y trata de pedir ayuda, la vida misma lo abofetea como si el Dios caprichoso se mofara de la existencia de tan miserable hijo. Nuestro protagonista, entre su egoísmo, trata de mostrar superioridad ante ciertas situaciones, lo que lo lleva a mentir a cada instante.
Una de las cosas que más me gustó de la narración en sí, fueron esos diálogos internos que el personaje tenía constantemente (otro recuerdo de Raskolnikov), en estos diálogos profundizamos en ese combate interno que llevará casi a la locura a este triste individuo.
"Eres demasiado pobre para sostener tu conciencia. Tienes hambre y vas para un asunto importante, y, además, con prisa. Pero hay que inclinar la cabeza, dar el tono a las palabras y hablar melodiosamente. ¿No quieres? Entonces te abandono, no doy un paso más, tenlo por seguro. Bueno; estás en un estado inquietante, eres el blanco señor de las tinieblas; por la noche sostiene una horrible lucha con enormes monstruos silenciosos, que son un horror. Tienes hambre y sed de leche y vino, pero no los posees. Mira adónde has llegado. Ya no te queda, por decirlo así, aceite en la lámpara. Pero ¡crees en la bondad divina, a Dios gracias, y aún no has perdido la fe! Por tanto, juntas las manos y adoptas un aire de satisfacción; tanto crees en la bondad divina. Por lo que se refiere al demonio, le odios en todos sus aspectos".
No encuentro más palabras... He terminado este libro a las 2 am y me dio mucha hambre...
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